jueves, 10 de enero de 2008

Polémico: "El Gobierno noruego rompe todo trato con la empresa Siemens por soborno"

El Ministerio de Defensa cancela todos sus contratos con los alemanes, y el asunto parece la punta del iceberg. A través de la instrumental suiza Intercom Telecommunications System, la multinacional sobornaba y blanqueaba dinero hacia China, Hong Kong o Tailandia. El CEO Peter Löscher viaja a Nueva York para intentar evitar una macromulta de la SEC, pues Siemens cotiza en Wall Street. La corporación germana es la compañía de bienes de equipo mejor tratada tanto por el Gobierno español (AVE, INSALUD, etc.) como nuestras empresas. Al mismo tiempo, no duda en cerrar la planta aragonesa de ELASA
La prensa alemana se ha puesto las botas con Siemens el lunes 17. Ahora mismo, la multinacional de bienes de equipo pasa por ser el arquetipo de multinacional dedicada a sobornar a políticos y empresarios para obtener contratos en medio mundo. La punta del iceberg ha sido la decisión noruega (antes lo han hecho a otros países, como Colombia) de romper toda relación con el gigante alemán. De hecho, el Ejército noruego ha roto todos los contratos, especialmente de la división de telecomunicaciones, con Siemens, a la que acusan de sobornar a cargos de su país.

Pero Noruega sólo es la punta del iceberg. Los medios alemanes recogen la labor limpiadora del nuevo CEO, Peter Löscher, centrada ahora en dos puntos: la sociedad suiza -con sede en Bäch, Zurich- Intercom Telecommunication System y el regulador bursátil neoyorquino, SEC.

YTS, sobre la que fiscales suizos llevan investigando más de un año, era la encargada de pagar sobornos en China, Hong Kong, Tailandia, etc. para obtener contratos de Siemens. Por otra parte, el propio Löscher ha viajado ha Nueva York para intentar que la SEC de Wall Street y las autoridades norteamericanas -que persiguen, tanto la corrupción de sus propias empresas en el exterior como las de empresas cotizadas en sus mercados- no les condenen a mayores multas de las necesarias. Digamos que la sensación es que el viaje de Löscher para erradicar la corrupción no parece tener final.

Pero la decisión del Gobierno noruego ha sido el mayor mazazo para Löscher, que sigue la técnica de filtrar a la prensa él mismo, las malas noticias. En su momento, Colombia también vetó a la Siemens en sus contratos públicos, para evitar acusaciones de soborno. Ahora es el Ejército noruego, y precisamente en su división más sensible: telecomunicaciones, ahora compartida con Nokia. Una división que hace poco más de un año regentó el español Eduardo Montes, hoy asesor de Siemens pero ya fuera de su Comité de Dirección y de su equipo ejecutivo.

Se da la circunstancia de que Siemens mantiene una relación privilegiada con España. Aquí se le trata como a nadie, y es el principal proveedor del Gobierno (por ejemplo AVE) del servicio público de salud -su mejor cliente- y también de telecomunicaciones, donde lleva las redes de los grandes operadores, por ejemplo, Telefónica. Y eso que en España la historia de corrupción de Siemens afecta al propio AVE y al famoso embajador Guido Brunner, el amigo del Felipe González, que convirtió España en una compra de favores para Siemens. Al parecer los noruegos no tienen tanta paciencia.

Eso sí, a pesar del buen trato, a Löcher no le ha templado el pulso a la hora de ordenar el cierre de la factoría zaragozana de ELASA.
Este artículo fue extractado del link: El Gobierno noruego rompe todo trato con la Siemens por soborno ( ECODES, 18/12/2007)

Muy Interesante: "Salario Ético"

Los invitamos a leer el siguiente artículo y aportar con su punto de vista. Podríamos cuestionarnos si se trata de un problema económico o también de conciencia?
Desde el mes de agosto del 2007, en Chile se viene debatiendo intensamente sobre la necesidad de un salario ético, es decir, el establecimiento de un salario mínimo a partir de un compromiso ético de las empresas, o bien la conveniencia de aumentar el mínimo legal, para que el país alcance niveles de mayor igualdad socioeconómica.

Monseñor Alejandro Goic, presidente de la Conferencia Episcopal chilena, ha sugerido un incremento al sueldo mínimo equivalente a un 74%, a partir de un cálculo aproximado sobre la cobertura de las necesidades mínimas para vivir en el contexto de la economía chilena.

La propuesta ha tomado por sorpresa a las diversas fuerzas del país, desde los sindicatos de trabajadores, sectores derechistas, empresariado en general y el propio gobierno, al punto que la presidenta Michelle Bachelet decidió formar una Comisión de Equidad que deberá presentar una propuesta en marzo 2008.
Algunos de la oposición han aceptado la recomendación y se han apuntado a ella, otros han preferido no opinar.
Los sectores más proclives a las leyes del mercado consideran que el único salario ético es el del mercado y presentan argumentos del tipo que con un sueldo bajo se pueden sumar más personas a la nómina de la empresa, o que los salarios impuestos por el empresariado apuntan a mejorar la competitividad empresarial y a incentivar a los mejores trabajadores, reforzando la meritocracia y el progreso de las personas más formadas. Finalmente, varios sectores empresariales traspasan esta responsabilidad al sector público, proponiendo que el Estado complemente el salario hasta llegar al mínimo propuesto o que sea la clase política en general la encargada de promover las condiciones que estimulen la creación de puestos de trabajo, el incremento de los niveles educacionales, y la flexibilidad del mercado laboral.

Por su parte, algunos sectores de las PyMEs han mostrado una gran preocupación sobre las dificultades que les supondría esta medida. También presentan la opción de que el salario mínimo se defina en cada empresa de manera proporcional a las utilidades o a las ventas.

El debate ha introducido conceptos como la ilicitud de pagar tan sólo el mínimo legal cuando el empresariado tenga la capacidad económica de retribuir al trabajador con una cantidad más elevada y de acuerdo a su productividad o también el argumento de que el sueldo se debe ajustar en función de lo que se necesita para poder llevar una vida digna.

En conclusión, se trata de un debate que va más allá de las políticas públicas limitadas al papel del estado y que también ha hecho posicionar a las empresas sobre el rol que deben tener de acuerdo con su Responsabilidad Social y a la importancia de reducir las desigualdades existentes y fortalecer el capital humano y social.

Consideramos que lo que está sucediendo en Chile nos merece interés, por el hecho de que se trata del país más desarrollado de Latinoamérica y porque al igual que el resto de los países de la región presenta elevados niveles de desigualdad.

Recordemos que el salario mínimo boliviano es de Bs. 525,00